viernes, abril 28

Sueños

De mi niñéz se fueron muchos recuerdos, pero permanece intacto un paseo de la infancia.

Estaba yo en el parque con mis tíos abuelos. No recuerdo qué ocurría, pero supongo que, mientras yo jugaba, ellos me vigilaban cariñosamente.

Lo más seguro es que había niños revoloteando.
Probablemente también había personas paseando a sus perros, gente en bicicleta, pelotas, pasto, árboles...

Pero a mí se me ocurrió pedir un algodón dulce justo cuando el "algodonero" se había ido. Así es que, con mis tíos abuelos, seguimos el carrito de algodones por todas las calles. Y caminamos, caminamos y caminamos, hasta que las calles se envuelven en neblina través de mis sueños y no puedo recordar nada más.

Lo único claro es mi tía Susana, sujetada del brazo de mio tío Daniel. Caminando rápidamente para alcanzar el algodón de dulce. Ellos siempre se amaron tanto como nunca vi amarse a nadie.

Y hoy, mis sueños de la niñéz se van perdiendo cada vez más.
Mi tío daniel está muerto y a mi tía susana no hay quien la consuele.

Pero el algodón aun me endulza el corazón.

1 comentario:

Gabriela dijo...

Quiero algodon de dulce y que conversemos sentadas en un parque o tomando un café.

El mundo es tan incierto, la gente a veces comete tantas locuras... el corazón me duele y no tengo ganas de llorar, el corazón solo duele y duele por la incertidumbre de no saber si a gente que amo estará bien.

Sueños... esos dulces recuerdos que hacen de nuestro corazón un lugar más mullido.

Amiga, te quiero mucho.
Cuidate, si?

Saludos^-^