viernes, noviembre 2

Rabia


La rabia se te instala en el estómago y el corazón, y no se mueve de ahí a menos que tu cerebro y tu alma lo permitan.

Cualquier pequeña cosa gatilla ese palpitar pesado delpecho, esas ganas de gritar hacia adentro, de destruir todo, de tener la razon y odiar con las entrañas.

El odio es tan cultivable como el amor, y generalmente surge con más fuerza entre dos fuentes opuestas, dos universos que nunca debieron luchan por congeniar.

La rabia surge por la desilución de haber dejado de tenerla, y luego volver a sentirla fuertemente instalada, cada vez más arraigada, como un virus que aprende a leer los signos de tu cuerpo y te carcome.

Estúpida de mi que me siento culpable por odiar. Por qué no podría yo odiar?

El odio es el símbolo tangible del alma, es un aviso, una alerta de tus alergias emocionales.