domingo, enero 28

Agosto del 86

Era Agosto del 86 y yo llevaba 5 meses en el útero de mi madre; Debe haber sido un día 15 específicamente, porque mi tío recuerda que ese día se celebraba la Asunción de la vírgen.

Mi abuela paterna almorzaba con mis papás en su casa, que es pequeña pero que está ubicada dentro de una fábrica grande, ahora deshabitada, pero antíguamente funcionando para construir estruturas metálicas y de vidrio.
Los gatos suelen hacer mucho ruído en los techos (que se encuentran a una altura aproximada de 7 metros del suelo de piedra), así es que mi familia no relacionó un gran y estruendoso ruido con algo más que gatos corriendo por el techo. -"Debe ser por Agosto" - deben haber pensado.

Durante los próximos minutos el ambiente se volvió tenso pues tocaban insistentemente la puerta. Y al no abrirla inmediatamente, la gente que tocaba quiso derribarla.

Yo imagino que mi papá se debe haber preocupado, pero al ver que eran los vecinos los que golpeaban tan insistentemente les abrió de inmediato.

Luego mi mamá contó que se oyeron unos gritos espantosos y desgarradores.

Una niña -muy linda según mi mamá- de 11 años se había precipitado del techo y yacía muerta en la fábrica; probablemente se reventó el cráneo al caer.
Iban con una amiga siguiendo a un gato. Siempre me imagino lo que debe haber sentido su amiga al verla tirada en el suelo, llena de sangre.

Mi mamá no se aproximó mucho pero asegura que lo más espantoso fueron los gritos.
Y, va a sonar estúpido pero hasta siento escalofríos al imaginarlo; tal vez sentí la tensión también.

Mi abuela cuenta que costó mucho tiempo sacar la sangre del suelo y que el cuerpo fue llevado a la morgue recién en la noche.

Por más que intento imaginarlo, no puedo abarcar esa imágen tan morbosa que intento recrear siempre; solo puedo imaginarme a la amiga de la niña con la vista fija en el suelo y a la madre gritando desgarradoramente.

incluso cuando voy allá, me indican el lugar específico donde cayó la niña e intento imaginar la sangre en el suelo y a la niña tirada ahí.
Imagino que ahora tendría 31 años y recuerdo que en mi infancia yo jugué con la hermana de esa niña en el mismo lugar donde cayó, y ni estabamos enteradas de todo lo que había ocurrido.

sábado, enero 20

Tina


Soy una niña inmadura en el cuerpo de una veinteañera.
En mis ratos libres juego con el violin y la guitarra, o dibujo castillos que sueño con pegar en la pared para que la gente comprenda mis sueños.

Aun tengo la utopia en el cerebro de que las cosas pueden ser perfectas y a menudo sufro desiluciones por eso, pero mis emociones son tan rápidas y volátiles que casi siempre vuelvo a creer en la magia despúes de las tristezas, tal como una niña inocente lo haría.

No soy una princesa ni tengo belleza, Sin embargo encontré un principe que no venía a caballo pero que tiene unos rulos lindos y que me ama incondicionalmente (eso espero y creo).
Aunque debo reconocer que siempre he tenido miedo de que deje de hacerlo. Tal vez por eso me alejaba al principio, pero ahora me estoy volviendo osada en mis desiciones y he aprendido a amar sin condiciones aparentes, al menos a él.

A pesar de haber crecido un poco, siento que mi cerebro se va achicando y va perdiendo la noción de lo bueno.
Me cuesta manejar muchas cosas y querer a quien me quiere incondicionalmente, como mi familia, con la cual tengo muchos conflictos psicológicos. Pero me alegra saber que en el fondo los amo y que siempre están presentes en cada etapa de mi vida. Solo que el miedo de pensar en cuando dejarán de estar me paraliza un rato hasta que lo olvido.


Lo que me preocupa estos dias, además de los conflictos psicológicos, los problemas del futuro estudiantil y otras cosas sin sentido profundo, es la falta de inspiración para muchas cosas y el rumbo que debo darle a mi vida.

Por qué tengo tanto miedo?



jueves, enero 11


Cómo que, de repente, me dejaron de importar el celular, la televisión, el dinero y las cosas superfluas. Así como de la nada, Bach me hace caer en un sueño sutíl en el cual no necesito nada más que la música para sobrevivir. Lo intento y lo logro muy bien.

Me dejo caer en un sopor suave e imagino que somos solo yo y el mundo, sin ataduras, sin problemas...


Que bello sería respirar y solo disfrutar, eternamente drogado, con la música que te limpia el alma y te deja la mente en blanco, en ese blanco sano que te da fuerzas para seguir viviendo.


En realidad no es malo desear nada.

Ese el el problema, que nos obligan a desear cosas inútiles.


Que hermoso es no desear nada más que la música.


¿Por qué se rien cuando digo que quiero ver el mar, o el cielo?, Incluso desearía caminar por un bosque sin miedos. Y es que eso es la música; es el latido de la vida. ¿Será que por eso nos estamos muriendo todos?, por dejar de oir?



lunes, enero 8

Linea 2


Cuando me agota mi cuarto y ya no puedo respirar, camino 4 cuadras; aproximadamente 3437 pasos desde la puerta de mi casa, y llego a la estación del metro.
Parque O'higgins, linea 2.
En el camino se supone que había un palacio, en calle Mc Clure, pero lo demolieron e hicieron edificios. Y hay casas hermosas a la antigua, pero mal cuidadas. Y unos árboles a mal traer.

Despúes de los 3437 pasos aproximados, compro el boleto para subir esa escalera mecánica típica.
Pero antes miro los afiches que hay pegados, ya me los sé de memoria.
Y subo, hay como otro aire, es como pasar una barrera.
Miro hacia el andén y espero impacientemente a que pase el metro, pero amo esa estación, con todo su misterio y su estupidez.

Y llega el metro y odio la mirada de la gente.

Y me subo, siempre hay gente. Trato de que mi vista se posicione sobre el museo histórico militar, que parece un palacio antiguo, y luego trato de fijarme en el regimiento, que parece un castillo horrible.
También miro las calles aledañas, las mismas cosas de siempre que me parecen mágicas dentro de ese camino largo y encerrado.

Es raro, busco la libertad en más encierro colectivo. Tal vez es para volver con más ganas a mi casa, a desahogar mi mente aquí.

Llego a Toesca. Miro hacia el suelo y me imagino a mi amiga tirada en el suelo. E imagino cuál es el lugar exacto donde decidió dejar de respirar. Y me imagino si yo podría ser capaz de reventar mi cuerpo contra el andén.

Y luego llego a Los Héroes, que es horrible, siempre lleno de gente.

Dónde termina todo siempre?.