miércoles, agosto 29

La vida en sí misma(da)

Hoy en la tarde me levanté y soñé que iba a estudiar, pasar los ramos y así poder juntar plata para poder viajar y conocer los castillos, las pirámides Egipcias, las ruinas griegas, El acueducto Romano y las pequeñas ciudades medievales de Europa. También me gustaría tomar un café en Francia mientras disfruto de un exquisito croissant y luego podría darme una vuelta por Italia para probar unas genuinas y pegoteadas pastas con alguna salsa rara.

Obviamente, me daria tiempo para visitar el louvre y Notre Dame, ver el teatro callejero y disfrutar de los paisajes tan hermosos.

ya..en fin, miles de cosas.



Lo cierto es que la realidad puede ser dura, y más aun, las probabilidades de que llegue a cumplir mi sueño se ven lejanas.

Esto lo pienso cuando analizo la balanza de mis prioridades...pero en fin, soñar es el motor de mi vida, y los sueños imposibles son los que te alejan de la muerte, los que te hacen pensar que eres joven y la vida es eterna y dulce.
Cuando un sueño se acaba, hay que buscar otro más imposible y superar las frustraciones lentamente.

Ese parece ser el problema de hoy en día: La gente tiene sueños demasiado pequeños, y los confunde con las metas; Luego, cuando fracasan en sus metas, creen que sus sueños están truncados, se deprimen y se sienten más viejos. Quien vive sin sueños?.