
Es fácil odiar a todo el mundo; lo realmente dificil es dejar el alma templada ante los insultos, las quejas y la rabia de los demás.
Me gustaría dejar de gastar mi alma en pequeñeces y hacer caso omiso a los pensamientos imbeciles de almas más gastadas que la mía.
Solo voy a pelear por lograr que mi espíritu vuele hacia algun lugar de libertad infinita.
Solo eso...
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