
Cierto día, la princesa Rania partió en busca de su novio, el príncipe Lestak, quien vivía en una alta y fría torre por causa de una bruja malvada que lo había encerrado hace un tiempo.
Rania partió montada en un corcél blanco y fiel.
Al llegar a la torre, le gritó dulcemente.
- !Lestak, amor mio, os he venido a buscaros! -
- !Lo siento dulce Rania!, creo que no podré acompañaros a vuestro palacio pues ha surgido un pequeño contratiempo.
Entonces Rania se arremangó el vestido y procedió a subir lentamente la gran torre.
- !Preparaos Lestak, mi príncipe, que estoy yendo en vuestra busca! -
- ¡No Rania, os podríais precipitar torre abajo!! -
- ¡No insistais oh, querido príncipe, que ya estoy yendo en vuestra busca! -
Y entonces Rania, cuando estaba a 15 metros de la torre, cayó y murió.
Lestak, quien estaba amarrado a una trampa mortal, murió al intentar salir de su trampa.
Y el corcél de rania quedó solito.
FIN